miércoles, 21 de marzo de 2012

Para empezar quiero mostraros algunos de los trabajos que realicé en unas clases privadas a las que asistí con el pintor jiennense José Gabucio, hombre jubilado y dedicado simplemente a la enseñanza por libre con un gran trayecto artístico tras de sí.
Tendría alrededor de 11 años cuando empecé a asistir a su estudio. Comenzó instruyendome en el dibujo, con algunas plantillas que él tenía, principalmente técnicas secas, como lápiz de color, pasteles o ceras. Despúes estube algún tiempo haciendo dibujo de estatua del natural a grafito. No tardó mucho en pasarme a la acuarela, con la cual estube trabajando algún tiempo antes de avanzar a acrílicos, óleos, etc.
Estás son algunas de las obras que salvé después de 10 años.





Esta última fue una composición diseñada por mi con un fin decorativo. La idea surgió de la colcha y las cortinas de mi dormitorio en Jaén. La propuesta era llevarlo a un formato mayor y colocarlo como un elemento más integrado en su simil con el entorno de la habitación. Quedó en un boceto que no se llevó a cabo, pero quería destacar la libertad que José me dió para ir creando mis propias composiciones.


Recuerdo una acuarela más, de la cabeza de un caballo que tuvo gran expectación en casa y ante el profesor. Por ahora la tiene uno de mis hermanos, procuraré conseguir una fotografía y mostrárosla, ya que es una de las acuarelas que hice por aquella época de la que me siento más orgullosa.

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